jueves, 5 de noviembre de 2009

Un día más



Amanece un nuevo día, y el sol me recuerda que debo ponerme en marcha. Me estiro pausadamente mientras lamo los restos del último cartón de leche que alguien tiró a la basura ayer. Salgo de mi improvisado hogar construido a partir de latas y cartones comprobando con una sonrisa que todo está como lo dejé.

Hay muchas cosas que hacer, pero lo más importante es recordar a todos que sigo aquí, que este callejón sigue siendo mi reino.

El resto de gatos saben que yo soy el jefe, aunque cada cierto tiempo llega algún listillo con la fuerza y la estupidez de la juventud que se cree capaz de quitarme el puesto. Parece que hoy es un día de esos.

Le enseño mis garras y aún así no retrocede. Me ha tocado el premio gordo: un valiente. Bien, son más divertidos que los que tienen la boca muy grande y después huyen como pajaritos cuando las cosas pintan mal.

Tras una escaramuza rápida y un par de zarpazos bien dirigidos, el héroe comprende lo que es el dolor. Ya le quedará tiempo para aprender a vivir sin un ojo…

Una vez atuso mi pelaje, visito a mis chicos. Son mis protegidos, y saben que mientras estén a mi lado, ningún perro sarnoso entrará en mi zona sin que yo lo permita. A cambio, ellos hacen lo que yo digo. Hoy los mando a la esquina de la calle Yancy. Creo que me apetece que me traigan a una de esas gatitas tan simpáticas que suelen rondar por allí. Lo sé, soy un gato repleto de amor, ¿qué le voy a hacer?

Después de divertirme un rato con la afortunada, mi apetito se despierta, y que mejor lugar para saciar mi hambre que acudir a mi amigo Jian Xing, el dueño del restaurante chino que está a la entrada de mi callejón.

El día mejora por momentos: raspas de carpa china recién traídas de la lonja. Xing es un buen hombre, sabe que tenerme contento es la mejor forma de que sus clientes no huyan despavoridos ante mis garras y las de mis chicos cada vez que se acerquen a su restaurante.

Queda una tarde soleada por delante, así que tal vez haya niños jugando en el parque de enfrente, o lo que es lo mismo, una nueva oportunidad para buscarla a ella.

Lamentablemente sigue sin aparecer, así que me tengo que conformar con dejar unas cuantas cicatrices en las manos de los mocosos que intentan acariciarme. También suelo divertirme pinchando sus balones, pero, ¿cómo se puede comparar eso con el placer de oír sus gritos de dolor al arañarles?

Lo sé, muchos dicen que soy un gato puñetero, que llevo al diablo en mi interior. Pero por favor, ¿no ven que soy un pobre gatito de trapo abandonado en la calle? ¿Cómo querían que reaccionase? ¿Pudriéndome en ese callejón hasta que me recogiese el camión de la basura?

No, ese no es mi estilo. Me gusta ser recordado. Adoro que la gente me respete. Me encanta que la gente me tema. Y si no se puede hacer por las buenas, tendré que hacerlo por las malas.

Además, no estoy aquí por gusto, simplemente la estoy esperando. Aunque claro está, nunca pensé que tardaría tanto…

Ella me dejó caer por la ventana hace ya 15 años. ¿Se aburrió de mí? ¿Tal vez le regalasen un peluche nuevo esas navidades?

Realmente no me importan sus razones. El hecho es que no me he olvidado de ti pequeña Sara. Algún día pasarás por este callejón, por casualidad, sin recordarme si quiera, y ahí estaré, para hacerte pagar que me abandonases a mi suerte sin dedicar ni un minuto de tu tiempo a buscarme entre la mugre a la que me destinaste.

Mientras eso ocurre, seguiré viviendo cada día tal y como hasta ahora. Disfrutando de lo que la vida me da hasta el límite y más allá. Explotando los recursos que mi destartalado reino me entrega sin rechistar. Al fin y al cabo, soy Morgan, el puto amo de este callejón.

4 comentarios:

  1. ¡FELICIDADES! Está claro que Tolky Monkys no tuvo criterio cuando no preseleccionó tu cuento, y ha tenido que ser Bubok el que les haya tirado de las orejas... Ese gato puñetero...
    ¡VIVA!

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  2. ENHORABUENA!!! El gato malvado al final recibió su recompensa!!!
    Nunca había leido un cuento tan "No-infantil" :)
    Muchas enhorabuenas... vaya par de escritores tenemos como amigos... asi nos dejais a todos a la altura del betún...
    Una última cosa... Me firmarás (firmareís junto con Marina) un autografo no? :)

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  3. Gracias a los dos ;)

    Acuática: la única pega es que me hubiese gustado que nos publicasen a los dos para tener un libro juntos :(

    Iorgeus: sinceramente, me encantó escribir en ese tono "no infantil" :P
    Y por supuesto que te firmaré lo que me pidas, aunque probablemente nunca valga nada, jejeje.

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  4. ¡Qué bueno el cuento! 3 puntos que lo hacen mejor aún de lo que ya es:

    1.- El párrafo final.

    2.- El nombre Sara (probablemente mi favorito para chica).

    3.- Me ha recordado a Toy Story, y eso siempre es bueno.

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