lunes, 3 de junio de 2013

Bandera blanca

¡He vuelto!

Sí, sé que tengo esto completamente abandonado, pero lo cierto es que llevo unos meses terminando mi tesis doctoral y como me paso el día escribiéndola, ya no me quedan ganas para escribir mucho más. Espero que después del verano (que ya estará terminada) todo vuelva a la normalidad y pueda dedicarle tiempo de nuevo al blog, y sobre todo, a escribir :)


De todos modos, no quería dejar en el tintero esta entrada dedicada al micro tuneado que escribí este año para la III Megaquedada Microrrelatista que se celebró el pasado sábado 18 de Mayo en Madrid, y a la que junto a Acuática volví a acudir por segundo año consecutivo.

Allí tuve la suerte de volver a coincidir con un montón de escritores de micros que ya conocía de años anteriores como Jaime SastreAna Vidal, Manu Espada, PropílogoLola Sanabria, JuanluKum, Rosana Alonso, etc.

Además tuve la suerte de conocer a otros como Manuel Rebollar, Míriam Márquez o Juan Naranjo y Nacho Rubio (con los que conversé largo y tendido durante las horas que siguieron a la comida en el bar que ocupamos por la noche), por lo que fue un día (y gran parte de la noche) más que productivo.

Pero bueno, como es tradición en este evento, los diferentes escritores podemos participar en un intercambio de "micros tuneados". Es decir, microrrelatos que van más allá del simple texto y se convierten en pequeñas obras de arte que fusionan las manualidades y la escritura.

En mi caso, y por la falta de tiempo, tiré más del simbolismo que de la excelencia artística y así fue como di a luz a "Bandera blanca", que le tocó a Ángeles Sánchez en el sorteo.

Y bueno, para no enrollarme más, os dejo con el resultado, así como con el texto por si no queréis leerlo directamente de la imagen. Ya me diréis que os parece :)

El primer paso fue construir la bandera


A continuación, prueba de texto en lápiz y una vez visto que todo cabe sin problemas, a repasar con rotulador


Y aquí el resultado final


Bandera blanca

¡Ni se te ocurra colgarme! ¡Oye! ¿Oye?
Se acabó, no lo aguanto más. Estoy cansado de que se porte así conmigo. 
No pienso volver a llamarla.
Esto es ridículo, siempre acabo pagando yo sus cabreos. 
Esta vez no voy a dar mi brazo a torcer. O llama ella o no hablamos más.
Tiene guasa que después de tantos años acabemos así por una tontería. 
Se enfada por cualquier cosa. Tanta bronca para nada.
Como no llame yo, esta tía es capaz de estar sin hablar conmigo durante días. 
Joder, al final siempre quedo como el tonto.
¿Hola? Sí, lo sé, yo también te quiero.


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