Bucle

A pocos metros de la cima, Sísifo sonrió entre sudores preguntándose a sí mismo si tras tanto tiempo y sufrimiento al fin lo había conseguido. La respuesta le llegó rápidamente cuando un pequeño desprendimiento devolvió la piedra al pie de la colina.

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Aunque no lo parezca, sigo vivo, pero con muy poco tiempo libre que dedicar a la escritura.

Sinceramente me da mucha rabia, tanta que esta noche al abrir el blog con melancolía tras tanto tiempo sin escribir, una idea en forma de relámpago ha cruzado mi mente en señal de protesta hacia este olvido no deseado que está sufriendo el cuaderno abierto al mundo.

Espero que no hagan falta otras tantas semanas para que el pequeño escritor que llevo dentro se revele de nuevo ante la falta de cuidados que está recibiendo últimamente...